DE TORRE A MAR
CONCURSO: FINALISTA
2020
En los centros históricos se debe hablar en silencio y dar protagonismo a los elementos que se encuentran en el entorno. Esos elementos son la torre de la Iglesia de El Salvador y el Mar Mediterráneo. Estos, estarán presentes en los espacios del edificio, a veces de forma individual y otras veces forma conjunta. Consiguiendo introducir el paisaje de Nerja en el interior del edificio.
Nuestra propuesta completa a través de un volumen contundente, de cara a la calle, y escalonado, en su parte posterior, para que por él se filtre la luz del sol y la brisa. Soluciones propias de la arquitectura mediterránea. Por ello, se proyecta una fachada sencilla y abstracta que lejos de competir con su entorno busca realzarlo.
El acceso al edificio pretende generar una interacción en la Calle Iglesia, de tal manera que la biblioteca tenga la posibilidad de usar ese espacio que a priori es secundario para la realización de actos o eventos, o que simplemente la gente se siente a leer un libro bajo la torre de la Iglesia. La entrada al edifico se genera a través de un vacío y un patio de cipreses.
A la propuesta se le realizan tres patios. El primero de ellos, con tres cipreses en fachada tras una tapia, ilumina indirectamente las estancias de oficina del personal y el depósito. Los dos restantes se sitúan al sur, conformados por el patio de lectores en planta baja. Este espacio al aire libre persigue generar un punto de reunión intergeneracional donde hablar, opinar y promocionar la literatura.
Programáticamente, la intervención se ordena en dirección Norte-Sur. Los espacios se organizan mediante una estrecha banda servidora y una gran sala servida. La ubicación del programa verticalmente viene dada por la necesidad de control de la luz, del ruido y de las vistas.
En cuanto al almacenamiento de volúmenes, la propuesta ha planteado acoger aproximadamente 30.000 ejemplares, contando la superficie de archivos y las estanterías que se plantean en todas sus plantas.
Constructivamente, se soluciona mediante muros de carga de hormigón armado en la dirección longitudinal del proyecto. Hemos seguido para la elaboración técnica de la envolvente el estándar passivhaus. Gran aislamiento térmico de los paramentos, control de las infiltraciones en esquinas y carpinterías y máxima calidad del aire interior adoptados mediante recuperadores de calor que optimicen el rendimiento térmico del edificio.
De este modo se obtiene un volumen de gran inercia térmica. Así mismo se abren huecos a sur que maximizan las ganancias solares.
Los revestimientos de madera y piedra propuestos se buscan en canteras e industrias cercanas para minimizar la huella de carbono de los desplazamientos.